NI CIEGO NI TONTO
Escrito por Harry Lorayne
Me estuve fijando en el público que observaba a Juan realizar este juego, y realmente les dejó boquiabiertos. Haré lo siguiente: primero describiré exactamente la presentación y la excelente estructura del juego, lo que ven los espectadores: luego pasaré a explicar la técnica, para terminar con algunos comentarios sobre la presentación.
Estás de pie: ante ti, el público, sentado. (si lo deseas, puedes estar sentado, aunque yo prefiero hacerlo de pie.). pide a un espectador que corte y complete el corte; repite lo mismo a otro espectador, luego al primero, así hasta que hayan cortado tres o cuatro veces. Pregunta si creen que es suficiente o quieren cortar de nuevo. Si alguien quiere cortar, puede hacerlo.
Señala la carta superior: ahora no puedo saber qué carta es ésta. ¿cierto? Se ha mezclado y cortado la baraja varias veces sin que yo la tocara. ( a un espectador): coge, por favor, la carta superior. Mírala, recuérdala y no dejes que yo la vea. Dirígite ahora a otro espectador: y tampoco puedo saber cuál es esta carta. Señala la nueva carta superior. Si eres tan amable, cógela y recuérdala. Haz una pausa. ¿recordáis los dos vuestras cartas? Bien. Pide primero al primer espectador que vuelva a poner su carta sobre la baraja, y luego al segundo. Pausa. Ahora, ¿creéis que puedo saber algo de vuestras cartas? Cuando actúa para magos, Juan asegura que la baraja no está marcada. Si la presentación ha sido correcta y convincente, la respuesta será no. Inmediatamente replica: pues, sí! Sé algo de las cartas. Sé que son las superiores. El público asentirá. Pide a un espectador: corta, por favor… completa el corte, gracias. Y , ahora, ¿puedo saber algo de las cartas?. La respuesta seguirá siendo no. Pues, sí! Sé que vuestras cartas están aproximadamente en el centro. He visto que cortaste por la mitad aproximada. Veo poco pero no estoy ciego…
Ahora voy a volverme para no ver nada y, mientras, ¿será tan amable de cortar por donde quieras- menos por el centro-, y completar el corte? De este modo no sabré donde quedan las cartas. Cuando ya está hecho:¿ya está? Estupendo. Y ahora, ¿puedo saber algo acerca de las cartas? No!, pues sí! Ahora sé que vuestras dos cartas están juntas en algún lugar de la baraja. Puede que estén más arriba, o más abajo…
Ve señalando las distintas partes de la baraja según las nombras. El público volverá a asentir.
Vamos a separarlas.¿te importa coger la baraja e ir repartiendo las cartas, alternándolas una a una, en dos montones? El espectador empieza a repartir las cartas, una a la derecha, otra a la izquierda, una a la derecha…de esta forma, estaremos seguros de que una de vuestras cartas caerá en un montón y la otra en el otro.
Recuérdale que coja sólo una carta cada vez, y cuando haya terminado, cuadra cada paquete o pide al espectador que los cuadre. Ahora sí que ya no puedo saber nada más de las dos cartas, ¿cierto?. El público contestará convencido no!, pues sí! Sé que si una de las cartas es, pongamos por caso, la octava carta de este paquete – señala uno de los dos-, la otra será la séptima, octava o novena de este otro, ya que estaban juntas en la baraja. Tampoco soy tonto!, así que para evitar esto podéis cortar vuestros paquetes (lo hacen), o mejor aún, hoy estoy loco! (mira a uno de los espectadores), ¿te importaría mezclar tu paquete?...sí…, mezclar… - señala uno de los paquetes de la mesa-. Si sí, baraja, mezcla, y tú- a otro-, ¿quieres mezclar este otro? Mezcla a fondo, tanto como quieras.
Debo decir que cuando observaba a los magos que estaban viendo el juego, me encantaba cómo, llegado este punto, abrían los ojos como platos. Toda la estructura del juego está destinada a crear este momento, este clímax. Los profanos, naturalmente, se quedan anodados por todo el efecto. Pero he visto a los magos asintiendo con aire de suficiencia cuano Juan pide que se corte la baraja y se completen los cortes y , sólo cuando pide que se mezcle, quedarse boquiabiertos, con expresión de escepticismo. Más tarde comentaré la forma en que Juan hace que los profanos mezclen los paquietes.
Para finalizar el efecto di: ¿ya están completamente mezcladas? Bien. Lo que voy a hacer tiene que hacerse a toda velocidad… coge uno de los paquetes, extiéndelo entre las manos con las cartas hacia ti e inmediatamente escoge una carta, pónla cara abajo sobre la mesa y deja el paquete igualmente cara abajo en la mesa. Rápidamente coge la otra mitad de la baraja y haz exactamente lo mismo. En el centro de la mesa hay dos cartas cara abajo. La tensión es – o debería ser- casi insoportable. Pide a uno de los dos espectadores que nombre su carta. Lentamente voltea las cartas de la mesa. Son las elegidas. Aplausos.
Esto ha sido todo en cuanto a la presentación y efecto. Cuando actúa para profanos, llegado este punto, Juan suele dejar las dos cartas cara arriba sobre la mesa como cartas principales, coger los dos paquetes, mezclarlos y empezar con fuera de este mundo, o bien juntar las dos cartas con el resto, barajar y continuar con mi fuera de este universo.
Esta última observación debería darte una pista sobre el modus operandi del juego. Si todavía no lo captas, párate un momento a pensarlo
En efecto, todo se basa en una alternancia negras-rojas. No es ninguna idea nueva: yo mismo la utilicé en el último efecto del vol.1 de mi libro Best of Friends, ultra-localización. En el presente juego la clave reside en el orden en que se vuelven a colocar las cartas sobre la baraja.
El primer espectador devuelve su carta primero y el segundo después. De esta manera se cambian de orden las dos cartas superiores. El resto del juego se hace por sí solo. Al final en un paquete quedarán toas las negras excepto la otra carta elegida, que será roja. Por eso las puedes encontrar tan rápidamente. Todo se basa en una idea de Anneman. Pasaré ahora a hacer algunos comentarios. Juan empieza el juego con las cartas ya colocadas en alternacia de colores, y mezcla un par de veces sin altera el orden. Personalmente prefiero empezar con las cartas rojas seguidas por una parte y las negras por otra (o colocarlas así mediante mi método THE GREAT DIVIDE (la gran separación). Así resulta mucho más fácil colocarlas en alternancia al mezclar con una Faro. Tanto si utilizarlas un método como otro no es necesario barajar mucho para demostrar algo que debería resultar obvio –que la baraja está desordenada –si no quieres producir el efecto contrario.
Menciona el hecho de que se ha mezclado al principio del juego, y quizá otra vez al final. Por lo demás, sigue paso a paso la presentación de Juan. No lo olvides todo lo que sabes de las dos cartas en orden (sé que son las dos superiores, que están aproximadamente en el centro, que están juntas…), pues van construyendo una especie de gag repetitivo que forma parte de la estructura que hace el juego tan fuerte. Cada vez que preguntes ¿puedo saber algo de vuestras cartas? Hazlo de modo que implique por supuesto que no. Muestra una actitud que refuerce la respuesta negativa.
Otras observaciones
Ya al final, cuando Juan pide a los dos espectadores que mezclen cada uno su paquete, a veces les dije, ¿ sabrías mezclar con las manos en la espalda? ¿a ver? Y al otro: y tú, ¿sabrías hacerlo con las manos encima de la cabeza? La razón de esto es, por una parte, que resulta cómico y, por otra, que asegura que todo el mundo se acuerde de que las dos mitades están mezcladas.
Luego, cuando empieza a realizar fuera de este mundo o fuera de este universo, suele comentar que as cartas están mezcladas. Incluso las mezclasteis sobre la cabeza, y a vuestra espalda. Si no continúas con ninguno de estos dos juegos (o con Two Shuffles Harry-Harry el de las dos mezclas-, explicado en el número de agosto de 1978 de la revista Apocalypse, que también es muy adecuado el caso), mezcla los dos paquetes entre sí para borrar cualquier evidencia del método utilizado.
En cuanto a la presentación, cuando se encuentran las cartas a toda velocidad, si no te gusta esa idea puedes hacerlo más despacio, como si tuvieras que concentrarte mucho para encontrarlas. Yo me he limitado a describir la representación de Juan.
Actualmente, Juan ha variado la presentación final: primero pregunta a un espectador cuál es su carta, mientras sostiene una de ellas en la mano. Cuando el espectador la nombra, Juan la vuelve triunfalmente, mostrándola, y dice: ¿exacto!, como veis no soy ciego… coge la otra carta…y termina la frase… ni tonto. CLIMAX
Cuando pregunté a Juan por un juego que fuera al mismo tiempo fácil de realizar y de fuerte efecto para el público, éste fue el primero que se le vino a la mente. Reúne, efectivamente, las dos condiciones,: es fácil y para el público resulta casi increíble.